domingo, 14 de septiembre de 2008

Nuestros Precursores en el Evangelio (Las 95 Tesis de Martin Lutero)

Las 95 Tesis de Martín Lutero

Por amor a la verdad y en el afán de sacarla a luz, se discutirán en Wittenberg las siguientes proposiciones bajo la presidencia del R. P. Martín Lutero, Maestro en Artes y en Sagrada Escritura y Profesor Ordinario de esta última disciplina en esa localidad. Por tal razón, ruega que los que no puedan estar presentes y debatir oralmente con nosotros, lo hagan, aunque ausentes, por escrito. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
1- Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo: "Haced penitencia...", ha querido que toda la vida de los creyentes fuera penitencia.
2- Este término no puede entenderse en el sentido de la penitencia sacramental (es decir, de aquella relacionada con la confesión y satisfacción) que se celebra por el ministerio de los sacerdotes.
3- Sin embargo, el vocablo no apunta solamente a una penitencia interior; antes bien, una penitencia interna es nula si no obra exteriormente diversas mortificaciones de la carne.
4- En consecuencia, subsiste la pena mientras perdura el odio al propio yo (es decir, la verdadera penitencia interior), lo que significa que ella continúa hasta la entrada en el reino de los cielos.
5- El Papa no quiere ni puede remitir culpa alguna, salvo aquella que él ha impuesto, sea por su arbitrio, sea por conformidad a los cánones.
6- El Papa no puede remitir culpa alguna, sino declarando y testimoniando que ha sido remitida por Dios, o remitiéndola con certeza en los casos que se ha reservado. Si éstos fuesen menospreciados, la culpa subsistirá íntegramente.
7- De ningún modo Dios remite la culpa a nadie, sin que al mismo tiempo lo humille y lo someta en todas las cosas al sacerdote, su vicario.
8- Los cánones penitenciales han sido impuestos únicamente a los vivientes y nada debe ser impuesto a los moribundos basándose en los cánones.
9- Por ello, el Espíritu Santo nos beneficia en la persona del Papa, quien en sus decretos siempre hace una excepción en caso de muerte y de necesidad.
10- Mal y torpemente proceden los sacerdotes que reservan a los moribundos penas canónicas en el purgatorio.
11- Esta cizaña, cual la de transformar la pena canónica en pena para el purgatorio, parece por cierto haber sido sembrada mientras los obispos dormían.
12- Antiguamente las penas canónicas no se imponían después sino antes de la absolución, como prueba de la verdadera contrición.
13- Los moribundos son absueltos de todas sus culpas a causa de la muerte y ya son muertos para las leyes canónicas, quedando de derecho exentos de ellas.
14- Una pureza o caridad imperfectas traen consigo para el moribundo, necesariamente, gran miedo; el cual es tanto mayor cuanto menor sean aquéllas.
15- Este temor y horror son suficientes por sí solos (por no hablar de otras cosas) para constituir la pena del purgatorio, puesto que están muy cerca del horror de la desesperación.
16- Al parecer, el infierno, el purgatorio y el cielo difieren entre sí como la desesperación, la cuasi desesperación y al seguridad de la salvación.
17- Parece necesario para las almas del purgatorio que a medida que disminuya el horror, aumente la caridad.
18- Y no parece probado, sea por la razón o por las Escrituras, que estas almas estén excluidas del estado de mérito o del crecimiento en la caridad.
19- Y tampoco parece probado que las almas en el purgatorio, al menos en su totalidad, tengan plena certeza de su bienaventuranza ni aún en el caso de que nosotros podamos estar completamente seguros de ello.
20- Por tanto, cuando el Papa habla de remisión plenaria de todas las penas, significa simplemente el perdón de todas ellas, sino solamente el de aquellas que él mismo impuso.
21- En consecuencia, yerran aquellos predicadores de indulgencias que afirman que el hombre es absuelto a la vez que salvo de toda pena, a causa de las indulgencias del Papa.
22- De modo que el Papa no remite pena alguna a las almas del purgatorio que, según los cánones, ellas debían haber pagado en esta vida.
23- Si a alguien se le puede conceder en todo sentido una remisión de todas las penas, es seguro que ello solamente puede otorgarse a los más perfectos, es decir, muy pocos.
24-Por esta razón, la mayor parte de la gente es necesariamente engañada por esa indiscriminada y jactanciosa promesa de la liberación de las penas.
25- El poder que el Papa tiene universalmente sobre el purgatorio, cualquier obispo o cura lo posee en particular sobre su diócesis o parroquia.
26- Muy bien procede el Papa al dar la remisión a las almas del purgatorio, no en virtud del poder de las llaves (que no posee), sino por vía de la intercesión.
27- Mera doctrina humana predican aquellos que aseveran que tan pronto suena la moneda que se echa en la caja, el alma sale volando.
28- Cierto es que, cuando al tintinear, la moneda cae en la caja, el lucro y la avaricia pueden ir en aumento, más la intercesión de la Iglesia depende sólo de la voluntad de Dios.
29- ¿Quién sabe, acaso, si todas las almas del purgatorio desean ser redimidas? Hay que recordar lo que, según la leyenda, aconteció con San Severino y San Pascual.
30- Nadie está seguro de la sinceridad de su propia contrición y mucho menos de que haya obtenido la remisión plenaria.
31- Cuán raro es el hombre verdaderamente penitente, tan raro como el que en verdad adquiere indulgencias; es decir, que el tal es rarísimo.
32- Serán eternamente condenados junto con sus maestros, aquellos que crean estar seguros de su salvación mediante una carta de indulgencias.
33- Hemos de cuidarnos mucho de aquellos que afirman que las indulgencias del Papa son el inestimable don divino por el cual el hombre es reconciliado con Dios.
34- Pues aquellas gracias de perdón sólo se refieren a las penas de la satisfacción sacramental, las cuales han sido establecidas por los hombres.
35- Predican una doctrina anticristiana aquellos que enseñan que no es necesaria la contrición para los que rescatan almas o confessionalia.
36- Cualquier cristiano verdaderamente arrepentido tiene derecho a la remisión plenaria de pena y culpa, aun sin carta de indulgencias.
37- Cualquier cristiano verdadero, sea que esté vivo o muerto, tiene participación en todos lo bienes de Cristo y de la Iglesia; esta participación le ha sido concedida por Dios, aun sin cartas de indulgencias.
38- No obstante, la remisión y la participación otorgadas por el Papa no han de menospreciarse en manera alguna, porque, como ya he dicho, constituyen un anuncio de la remisión divina.
39- Es dificilísimo hasta para los teólogos más brillantes, ensalzar al mismo tiempo, ante el pueblo. La prodigalidad de las indulgencias y la verdad de la contrición.
40- La verdadera contrición busca y ama las penas, pero la profusión de las indulgencias relaja y hace que las penas sean odiadas; por lo menos, da ocasión para ello.
41- Las indulgencias apostólicas deben predicarse con cautela para que el pueblo no crea equivocadamente que deban ser preferidas a las demás buenas obras de caridad.
42- Debe enseñarse a los cristianos que no es la intención del Papa, en manera alguna, que la compra de indulgencias se compare con las obras de misericordia.
43- Hay que instruir a los cristianos que aquel que socorre al pobre o ayuda al indigente, realiza una obra mayor que si comprase indulgencias.
44- Porque la caridad crece por la obra de caridad y el hombre llega a ser mejor; en cambio, no lo es por las indulgencias, sino a lo más, liberado de la pena.
45- Debe enseñarse a los cristianos que el que ve a un indigente y, sin prestarle atención, da su dinero para comprar indulgencias, lo que obtiene en verdad no son las indulgencias papales, sino la indignación de Dios.
46- Debe enseñarse a los cristianos que, si no son colmados de bienes superfluos, están obligados a retener lo necesario para su casa y de ningún modo derrocharlo en indulgencias.
47- Debe enseñarse a los cristianos que la compra de indulgencias queda librada a la propia voluntad y no constituye obligación.
48- Se debe enseñar a los cristianos que, al otorgar indulgencias, el Papa tanto más necesita cuanto desea una oración ferviente por su persona, antes que dinero en efectivo.
49- Hay que enseñar a los cristianos que las indulgencias papales son útiles si en ellas no ponen su confianza, pero muy nocivas si, a causa de ellas, pierden el temor de Dios.
50- Debe enseñarse a los cristianos que si el Papa conociera las exacciones de los predicadores de indulgencias, preferiría que la basílica de San Pedro se redujese a cenizas antes que construirla con la piel, la carne y los huesos de sus ovejas.
51- Debe enseñarse a los cristianos que el Papa estaría dispuesto, como es su deber, a dar de su peculio a muchísimos de aquellos a los cuales los pregoneros de indulgencias sonsacaron el dinero aun cuando para ello tuviera que vender la basílica de San Pedro, si fuera menester.
52- Vana es la confianza en la salvación por medio de una carta de indulgencias, aunque el comisario y hasta el mismo Papa pusieran su misma alma como prenda.
53- Son enemigos de Cristo y del Papa los que, para predicar indulgencias, ordenan suspender por completo la predicación de la palabra de Dios en otras iglesias.
54- Oféndese a la palabra de Dios, cuando en un mismo sermón se dedica tanto o más tiempo a las indulgencias que a ella.
55- Ha de ser la intención del Papa que si las indulgencias (que muy poco significan) se celebran con una campana, una procesión y una ceremonia, el evangelio (que es lo más importante) deba predicarse con cien campanas, cien procesiones y cien ceremonias.
56- Los tesoros de la iglesia, de donde el Papa distribuye las indulgencias, no son ni suficientemente mencionados ni conocidos entre el pueblo de Dios.
57- Que en todo caso no son temporales resulta evidente por el hecho de que muchos de los pregoneros no los derrochan, sino más bien los atesoran.
58- Tampoco son los méritos de Cristo y de los santos, porque éstos siempre obran, sin la intervención del Papa, la gracia del hombre interior y la cruz, la muerte y el infierno del hombre exterior.
59- San Lorenzo dijo que los tesoros de la iglesia eran los pobres, mas hablaba usando el término en el sentido de su época.
60- No hablamos exageradamente si afirmamos que las llaves de la iglesia (donadas por el mérito de Cristo) constituyen ese tesoro.
61- Esta claro, pues, que para la remisión de las penas y de los casos reservados, basta con la sola potestad del Papa.
62- El verdadero tesoro de la iglesia es el sacrosanto evangelio de la gloria y de la gracia de Dios.
63- Empero este tesoro es, con razón, muy odiado, puesto que hace que los primeros sean postreros.
64- En cambio, el tesoro de las indulgencias, con razón, es sumamente grato, porque hace que los postreros sean primeros.
65- Por ello, los tesoros del evangelio son redes con las cuales en otros tiempos se pescaban a hombres poseedores de bienes.
66- Los tesoros de las indulgencias son redes con las cuales ahora se pescan las riquezas de los hombres.
67- Respecto a las indulgencias que los predicadores pregonan con gracias máximas, se entiende que efectivamente lo son en cuanto proporcionan ganancias.
68- No obstante, son las gracias más pequeñas en comparación con la gracia de Dios y la piedad de la cruz.
69- Los obispos y curas están obligados a admitir con toda reverencia a los comisarios de las indulgencias apostólicas.
70- Pero tienen el deber aún más de vigilar con todos sus ojos y escuchar con todos sus oídos, para que esos hombres no prediquen sus propios ensueños en lugar de lo que el Papa les ha encomendado.
71- Quién habla contra la verdad de las indulgencias apostólicas, sea anatema y maldito.
72- Más quien se preocupa por los excesos y demasías verbales de los predicadores de indulgencias, sea bendito.
73- Así como el Papa justamente fulmina excomunión contra los que maquinan algo, con cualquier artimaña de venta en perjuicio de las indulgencias.
74- Tanto más trata de condenar a los que bajo el pretexto de las indulgencias, intrigan en perjuicio de la caridad y la verdad.
75- Es un disparate pensar que las indulgencias del Papa sean tan eficaces como para que puedan absolver, para hablar de algo imposible, a un hombre que haya violado a la madre de Dios.
76- Decimos por el contrario, que las indulgencias papales no pueden borrar el más leve de los pecados veniales, en concierne a la culpa.
77- Afirmar que si San Pedro fuese Papa hoy, no podría conceder mayores gracias, constituye una blasfemia contra San Pedro y el Papa.
78- Sostenemos, por el contrario, que el actual Papa, como cualquier otro, dispone de mayores gracias, saber: el evangelio, las virtudes espirituales, los dones de sanidad, etc., como se dice en 1ª de Corintios 12.
79- Es blasfemia aseverar que la cruz con las armas papales llamativamente erecta, equivale a la cruz de Cristo.
80- Tendrán que rendir cuenta los obispos, curas y teólogos, al permitir que charlas tales se propongan al pueblo.
81- Esta arbitraria predicación de indulgencias hace que ni siquiera, aun para personas cultas, resulte fácil salvar el respeto que se debe al Papa, frente a las calumnias o preguntas indudablemente sutiles de los laicos.
82- Por ejemplo: ¿Por qué el Papa no vacía el purgatorio a causa de la santísima caridad y la muy apremiante necesidad de las almas, lo cual sería la más justa de todas las razones si él redime un número infinito de almas a causa del muy miserable dinero para la construcción de la basílica, lo cual es un motivo completamente insignificante?
83- Del mismo modo: ¿Por qué subsisten las misas y aniversarios por los difuntos y por qué el Papa no devuelve o permite retirar las fundaciones instituidas en beneficio de ellos, puesto que ya no es justo orar por los redimidos?
84- Del mismo modo: ¿Qué es esta nueva piedad de Dios y del Papa, según la cual conceden al impío y enemigo de Dios, por medio del dinero, redimir un alma pía y amiga de Dios, y por que no la redimen más bien, a causa de la necesidad, por gratuita caridad hacia esa misma alma pía y amada?
85- Del mismo modo: ¿Por qué los cánones penitenciales que de hecho y por el desuso desde hace tiempo están abrogados y muertos como tales, se satisfacen no obstante hasta hoy por la concesión de indulgencias, como si estuviesen en plena vigencia?
86- Del mismo modo: ¿Por qué el Papa, cuya fortuna es hoy más abundante que la de los más opulentos ricos, no construye tan sólo una basílica de San Pedro de su propio dinero, en lugar de hacerlo con el de los pobres creyentes?
87- Del mismo modo: ¿Qué es lo que remite el Papa y qué participación concede a los que por una perfecta contrición tienen ya derecho a una remisión y participación plenarias?
88- Del mismo modo: ¿Que bien mayor podría hacerse a la iglesia si el Papa, como lo hace ahora una vez, concediese estas remisiones y participaciones cien veces por día a cualquiera de los creyentes?
89- Dado que el Papa, por medio de sus indulgencias, busca más la salvación de las almas que el dinero, ¿por qué suspende las cartas e indulgencias ya anteriormente concedidas, si son igualmente eficaces?
90- Reprimir estos sagaces argumentos de los laicos sólo por la fuerza, sin desvirtuarlos con razones, significa exponer a la Iglesia y al Papa a la burla de sus enemigos y contribuir a la desdicha de los cristianos.
91- Por tanto, si las indulgencias se predicasen según el espíritu y la intención del Papa, todas esas objeciones se resolverían con facilidad o más bien no existirían.
92- Que se vayan, pues todos aquellos profetas que dicen al pueblo de Cristo: "Paz, paz"; y no hay paz.
93- Que prosperen todos aquellos profetas que dicen al pueblo: "Cruz, cruz" y no hay cruz.
94- Es menester exhortar a los cristianos que se esfuercen por seguir a Cristo, su cabeza, a través de penas, muertes e infierno.
95- Y a confiar en que entrarán al cielo a través de muchas tribulaciones, antes que por la ilusoria seguridad de paz.

Grandes Predicadores (Martin Lutero)

Martín Lutero
Teólogo y reformador religioso alemán, precipitó la Reforma protestante al publicar en 1517 sus 95 Tesis denunciando las indulgencias y los excesos de la Iglesia Católica.

FormaciónMartín Lutero nació en Eisleben en 1483, hijo de una familia de origen campestre y dueña de una mina. Atendía la escuela latina en Mansfeld desde 1488, continuando sus estudios en Magdeburgo y luego en Eisenach.

En 1501, empieza sus estudios en Erfurt con la intención de hacerse abogado.En 1505, tomó una decisión que iba a cambiar el curso de su vida de manera radical. Decidió entrar al monasterio Augustino en Erfurt. Esa decisión, junto a la búsqueda de un Dios de Gracia y la voluntad del mismo, culminó en el desarollo de la reforma de la iglesia. Las experiencias negativas que Lutero tuvo con los medios eclesiales de gracia, no solo favorecieron la crítica respecto al lamentable estado de las prácticas en la iglesia, sino más bien obligaron a una revisión fundamental de la teología medieval.

En 1507, con 24 años, fue ordenado sacerdote y tres años más tarde viajó a Roma, la capital de la cristiandad; pero este viaje, lejos de ayudarle en su búsqueda espiritual, tuvo para él el efecto contrario al percatarse de la frivolidad y mundanalidad en la que aquella iglesia había caído. De vuelta a su patria se doctoró en teología en 1512 comenzando a dar clases en la universidad de Wittenberg.

Las Indulgencias

En 1517 aparece en escena un monje dominico, Tetzel, predicador de las indulgencias. Por medio de la compra de indulgencias, según la enseñanza tradicional, se libraba a las almas recluidas en el purgatorio de los tormentos del mismo. El dinero obtenido en esta ocasión por este medio sería invertido, a partes iguales, en la erección de la basílica de San Pedro en Roma y en la compra por parte de Alberto de Hohenzollern de un obispado.Fue entonces cuando Lutero escribió y clavó en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg sus Noventa y Cinco Tesis. Este documento fue la chispa que puso en marcha todo un proceso cuyas consecuencias iban a ser de largo alcance. Su crítica pública contra el abuso de las cartas de indulgencias en 1517 no solo produjo la discusión deseada, sino que además causó la apertura de un tribunal de inquisicón culminando en la excomulgación de Lutero, después de la dieta imperial de Worms, en 1521. Federico el Sabio organizó un "secuestro" para proteger la vida de Martín Lutero. Lutero se quedaba en el castillo Wartburg como Doncel Jorge por casi un año, traduciendo el Nuevo Testamento al alemán.

El 15 de junio de 1520 León X publicó la bula de excomunión de Lutero intitulada Exsurge Domine; cuando Lutero la recibió se dirigió al pudridero de la ciudad y, juntamente con el Derecho Canónico, la arrojó a las llamas. La ruptura estaba consumada. Un fraile había osado levantarse él solo ante todo un sistema religioso de más de mil años de antigüedad, con el solo apoyo de la Palabra de Dios.

En ese mismo año de su condenación Lutero ha escrito incansablemente algunas de sus mejores obras: A la nobleza cristiana de la nación alemana, La cautividad babilónica de la Iglesia y La libertad cristiana. Lutero viajó a Worms bajo la protección de un salvoconducto y allí, conminado ante Carlos V, a pronunciarse sobre sus doctrinas pronunció las memorables palabras: "Si no me convencen mediante testimonios de las Escrituras o por un razonamiento evidente (puesto que no creo al papa ni a los concilios solos, porque consta que han errado frecuentemente y contradicho a sí mismos), quedo sujeto a los pasajes de las Escrituras aducidos por mí y mi conciencia está cautiva de la Palabra de Dios. No puedo ni quiero retractarme de nada, puesto que no es prudente ni recto obrar contra la conciencia."

La suerte estaba echada; Lutero se había enfrentado al poder religioso y ahora lo estaba haciendo al poder secular. Las dos grandes instituciones: Iglesia e Imperio no estaban por encima de la Palabra, sino sujetas a ella. La ruptura más evidente con los votos monásticos se realizó cuando se casó con la ex monja Catarina de Bora, en Junio de 1525. Ahí, se formó el núcleo principal de la casa parroquial evangélica. "Después de la Palabra de Dios no hay un tesoro más precioso que el santo matrimonio. El mayor don de Dios sobre la tierra es una esposa piadosa, alegre, temerosa de Dios y hogareña, con la que puedes vivir en paz, a la que puedes confiar tus bienes, tu cuerpo y tu vida." Después de la guerra de campesinos en 1525, reprobada por Lutero, el reformador promovía la formación de una Iglesia Evangélica territorial con regulaciones eclesiales. Falleció en Eisbelen, su ciudad natal, en febrero de 1546. Por orden del príncipe elector, Lutero fue sepultado en la iglesia del castillo en Wittenberg.

Su aporte a la lengua alemana

Con su traducción de la Biblia al Alemán, Martín Lutero ganó fama permanente en relación con la unificación del idioma alemán. Hoy en Día, unos 70 millones de fieles pertenecen a la Iglesia Luterana. Inventar un idioma, crear una religión. Lutero fue el primero en potenciar el invento de Gutemberg.

Hasta 1534 sólo circulaban traducciones al latín de la sagrada escritura, cuya lectura y estudio estaban destinados a sacerdotes y eruditos. La traducción de Lutero intentó poner la Biblia al alcance de la población, siguiendo su idea de que cada lector y no la iglesia es responsable de la interpretación de la Biblia. Para conseguir su objetivo, Lutero inventó una suerte de mezcla entre las características común de los dialectos que por entonces se hablaban en Alemania y el latín y así creó el llamado "alemán puro", un idioma artificial que es la base de la actual lengua alemana. Lutero publicó su Biblia apenas 60 años después de la invención de la imprenta y con ello se transformó en el primer libro de circulación masiva de la historia y también marcó el inicio de otra revolución: la lectura masiva.Finalmente.Martín Lutero no fue un hombre perfecto, y desde la perspectiva actual tampoco la totalidad de su pensamiento. Algunos autores sostienen que Lutero guardaba algunos resabios de antisemitismo, algo inadmisible para el protestante de tan solo unas décadas después y mucho menos para el de hoy en día.


Aún así, a favor de Lutero, vale mencionar que su mejor discípulo y amigo, el que lo ayudó en la traducción de la Biblia, era judío. Su nombre, Philipp Melanchton. Lutero no había objetado el bautismo de los niños, cosa que sí haría Menno Simons, luego los anabaptistas como Hubmaier y finalmente los bautistas como Roger Williams. Tampoco renegó del uso de la vestimenta sacerdotal romana entre otras cosas y aún tenía en mente una Iglesia unificada con un líder único.


Pero debemos comprender el contexto histórico que rodeó a Lutero. Él era un hombre formado en el seno de la Iglesia católica, que tuvo la oportunidad, la visión y el coraje de pretender cambiarla, cosa que finalmente no pudo hacer. Pero su aparente fracaso se cambió en rotundo éxito, ya que nació un movimiento claramente distintivo que los propios romanos llamaron "Protestantes" Martín Lutero, fue un hombre que sincero y entregado a Dios tuvo el privilegio de dar forma al trabajo de muchos antecesores reformadores, algunos laicos y otros sacerdotes, quienes solieran pagar con precio de sangre su visión. Lutero abrió la puerta a través de la cual comenzó a filtrar la luz de la Gracia para todo el mundo que la aceptase.
Martín Lutero le fue concedido por la historia el honor de ser llamado el Padre de la Reforma, un movimiento que seguiría con cambios y mejoras hasta hoy en día. Quizá nunca se llegue a la perfección en esta tierra. Más en Gloria, junto a él y otros héroes -o no tanto-, podrá finalmente completarse en plenitud y perfección conforme al proyecto de Cristo.


Grandes Predicadores (John Wesley)

John Wesley

John Wesley nació el diecisiete de junio de 1703, en Epworth, Inglaterra, el decimoquinto de diecinueve hijos de Samuel y Susana Wesley. El padre de Wesley era predicador, y la madre de Wesley era una mujer notable en cuanto a sabiduría e inteligencia. Era una mujer de profunda piedad y crió a sus pequeños en estrecho contacto con las historias de la Biblia, contándolas ya alrededor del hogar de la habitación de los niños. También solía vestir a los niños con sus mejores ropas los días en que tenían el privilegio de aprender su alfabeto como introducción a la lectura de las Sagradas Escrituras.

El joven Wesley era apuesto y varonil, y le encantaban los juegos y en particular el baile. En Oxford fue un líder, y durante la última parte de su estancia allí fue uno de los fundadores del "Holy Club," una organización de estudiantes serios. Su naturaleza religiosa se profundizó con el estudio y la experiencia, pero no fue hasta años después de dejar la universidad y entrar bajo la influencia de los escritos de Martin Lutero que sintió haber entrado en las plenas riquezas del Evangelio.

Juan Wesley y Conde Nicholas Ludwig von Zinzendorf

El y su hermano Carlos fueron enviados a Georgia por la Sociedad para la Propagación del Evangelio, y allí los dos desarrollaron sus capacidades como predicadores. Durante su navegación se encontraron en compañía de varios Hermanos Moravos, miembros de la asociación recientemente renovada por la actividad del Conde Zinzendorf. Juan Wesley observó en su diario que en una gran tempestad, cuando todos los ingleses a bordo perdieron enteramente la com­postura, estos alemanes lo impresionaron con su calma y total resignación a Dios. También observó la humildad de ellos bajo tratos insultantes.

Fue al volver a Inglaterra que entró en aquellas más profundas experiencias y que desarrolló aquellos maravillosos poderes como predicador popular, que le hicieron un líder nacional. En aquel tiempo se asoció asimismo con
George Whitefield, de fama imperecedera por su maravillosa elocuencia.


Lo que llevó a cabo bordea en lo increíble. Al entrar en su año octogésimo quinto, le dio las gracias a Dios por ser casi tan vigoroso como siempre. Lo adscribía en la voluntad de Dios, al hecho dc que siempre había dormido profundamente a que se había levantado durante sesenta años a las cuatro de la mañana y que por cincuenta años predicó cada mañana a las cinco. Apenas en su vida sintió algún dolor, resquemor o ansiedad. Predicaba dos veces al día, y a menudo tres y cuatro veces. Se ha estimado que cada año viajó cuatro mil quinientas millas inglesas, la mayoría a lomo de caballos.

Los éxitos logrados por la predicación Metodista tuvieron que ser alcanzados a través de una larga serie de años, y entre las más acerbas persecuciones. En casi todas las partes de Inglaterra se vio enfrentado al principio por el populacho que le apedreaba, y con intentos de herirle y matarle. Sólo en ocasiones hubo intervenciones de la autoridad civil. Los dos Wesleys se enfrentaron a todos estos peligros con un asombroso valor, y con una serenidad igualmente asombrosa. Lo más irritante era el amontonamiento de calumnias e insultos de parte de los escritores de aquella época. Estos libros están totalmente olvidados.

Wesley había sido, en su juventud, un eclesiástico de la iglesia alta, y siempre estuvo profundamente adherido a la Comunión Establecida. Cuando vio necesario ordenar predicadores, se hizo inevitable la separación de sus seguidores de la iglesia oficial. Pronto recibieron el nombre de "Metodistas" debido a la peculiar capacidad organizativa de su líder y a los ingeniosos métodos que aplicaba.

La comunión Wesleyana, que después de su muerte creció hasta constituir la gran Iglesia Metodista, se caracterizaba por una perfección organizativa casi militar. Toda la dirección de su denominación siempre en crecimiento descansaba sobre el mismo Wesley.

La conferencia anual, establecida en 1744, adquirió un poder de gobierno sólo a la muerte de Wesley. Carlos Wesley hizo un servicio incalculable a la sociedad con sus himnos. Introdujeron una nueva era a la himnología de la Iglesia de Inglaterra. Juan Wesley dividió sus días entre su trabajo de dirigir a la Iglesia, su estudio (porque era un lector incansable), a viajar, y a predicar. Wesley era incansable en sus esfuerzos por diseminar conocimientos útiles a través de su denominación.

Planificó la cultura intelectual de sus predicadores itinerantes y maestros locales, y para escuelas de instrucción para los futuros maestros de la Iglesia. El mismo preparó libros para su uso popular acerca de historia universal, historia de la Iglesia, e historia natural. En esto Wesley fue un apóstol de la unión de la cultura intelectual con la vida cristiana. Publicó también los más madurados de sus sermones y varias obras teológicas. Todo esto, tanto por su profundidad y penetración mental, como por su pureza y precisión de estilo, excitan nuestra admiración.

Juan Wesley era persona de estatura ordinaria, pero de noble presencia. Sus rasgos eran muy apuestos, incluso en su ancianidad. Tenía una frente ancha, nariz aquilina, ojos claros y una complexión lozana. Sus modales eran corteses, y cuando estaba en compañía de gentes cristianas se mostraba relajado. Los rasgos más destacados de su carácter eran su amor persistente y laborioso por las almas de los hombres, la firmeza, y la tranquilidad de espíritu. Incluso en controversias doctrinales exhibía la mayor calma. Era amable y muy generoso.

Ya se ha mencionado su gran laboriosidad. Se calcula que en los últimos cincuenta y dos años de su vida predicó más de cuarenta mil sermones. Wesley trajo a pecadores al arrepentimiento en tres reinos y dos hemisferios. Fue obispo de una diócesis sin comparación con ninguna de la Iglesia Oriental u Occidental. ¿Qué hay en el ámbito de los esfuerzos cristianos -misiones foráneas, misiones interiores, tratados y literatura cristiana, predicación de campo, predicación itinerante, estudios bíblicos y lo que sea que no filera intentado por Juan Wesley, que no fuera abarcado por su poderosa mente mediante la ayuda de su Divino Conductor? A él le fue concedido avivar la Iglesia de Inglaterra cuando había perdido de vista a Cristo el Redentor, llevándola a una renovada vida cristiana. Al predicar la justificación y renovación del alma por medio de la fe en Cristo, levantó a muchos de las clases más humildes de la nación inglesa desde su enorme ignorancia y malos hábitos, transformándolos en cristianos fervorosos y fieles. Sus infatigables esfuerzos se hicieron sentir no sólo en Inglaterra, sino también en América y en la Europa continental. No sólo se deben al Metodismo casi todo el celo existente en Inglaterra por la verdad y vida cristiana, sino que la actividad agitada en otras partes de la Europa Protestante podemos remontarla, indirectamente al menos, a Wesley.

Murió en 1791, después de una larga vida de incesantes labores y de desprendido servicio. Su ferviente espíritu y cordial hermandad siguen sobreviviendo


Grandes Predicadores (Juan Calvino)

Juan Calvino
Juan Calvino, -cuyo nombre original era Jean Cauvin, latinizado según la costumbre de la época como Calvinus- nació en Noyon, Francia, el 10 de Julio de 1509. Sus padres fueron Jeanne Le Franc y el abogado Gerard Cavin.

Inicios
Sus primeros estudios estuvieron destinados a la carrera eclesiástica. Así es que recibió formación inicial en el College de la Marche y en el College de Montaigne. A instancias de su padre que pretendía que Juan Calvino siguiera el camino de las leyes, se enroló en las universidades de Orleáns y Bourgues.

Durante su paso por los claustros universitarios tomó contacto con las ideas humanistas y reformadas. En abril de 1532, cuando Calvino contaba con 22 años de edad, publicó un comentario sobre el “De Clementia” de Séneca, trabajo que puso en evidencia sus dotes como pensador. En 1535 tuvo una experiencia personal que marcaría su destino. Había comprendido el Plan de Salvación y se acogió a él. Para ese tiempo, había entablado amistad con Nicolás Cop, quien acababa de ser elegido rector de la Universidad de París. Cuando Cop hizo pública su adhesión a las ideas de Martín Lutero, ambos, Cop y Calvino, se vieron obligados a huir de la ciudad. Juan Calvino ya dominaba el latín y el griego, y estaba avanzado en el aprendizaje del idioma hebreo.Centró sus estudios de acuerdo a un enfoque bibliocéntrico, tomando a las Escrituras como principio rector de todas las actividades del hombre. Partiendo de esta concepción profundizó en el análisis bíblico y de cuestiones sociales. Inició su tarea evangelizadora a través de varias ciudades de Europa, en parte motivado por sus ideas misioneras, pero también debido a la implacable persecución por parte del clero católico que no le permitía afincarse en un lugar. Mientras tanto iba escribiendo sus pensamientos y descubrimientos teológicos.

Christianae Religious Institutio

En 1536 publicó la primera edición de Christianae Religious Institutio (Institución de la Religión Cristiana) en donde plasmó los aspectos fundamentales de su visión.
Este trabajo, corregido y ampliado por el mismo Calvino, se distribuyó a lo largo y a lo ancho de todo el continente europeo, llegando incluso a España en una versión traducida por
Casiodoro de Reina.
Con respecto a este trabajo, el teólogo y comentarista John Mackay señala: “Es un sistema de teología cristiana, tomando en cuenta solo las Escrituras como suprema autoridad, y al Espíritu Santo como guía en la interpretación de la verdad cristiana, en vez de la autoridad de la Iglesia de su tiempo; sin dejar de respetar por esto, las opiniones de los grandes padres de la Iglesia.”

Ginebra y Estrasburgo

Ese mismo año,
Calvino visitó Ginebra, de camino a la ciudad de Estrasburgo. Guillermo Farel, líder del la Reforma local lo invitó a participar en el movimiento protestante de la ciudad. Durante este tiempo trabajó incansablemente contribuyendo a la expansión de la Reforma en la región. En 1538, la derrota de Farel obligó a ambos a mudarse de Ginebra. Calvino partió rumbo a Estrasburgo donde continuaría su labor evangelizadora y se casaría con Idelette de Bure, una dama viuda con la que tendría un hijo. Fue en Estrasburgo que Calvino habría de publicar el primero de sus numerosos libros de comentarios sobre la Biblia.

Consolidación en Ginebra

En 1542 regresó a Ginebra por pedido de los cristianos reformados de la ciudad. Fue aquí donde se establecería definitivamente y desarrollaría la plenitud de su pensamiento. Aunque recibió casa y un sueldo estatal, llevó una vida austera y no tuvo ningún nombramiento oficial. En 1559, luego de diecisiete años de residencia, se hizo ciudadano de Ginebra. Mientras vivió allí tuvo importante injerencia en la vida comunitaria de la ciudad, no solo en cuestiones estrictamente religiosas, sino en todo asunto secular que tuviera que ver con las ideas de Calvino sobre un mejor estilo de vida, tal cual se desprendía de su propia perspectiva teológica.

Aportó el borrador para diversas ordenanzas de orden público e incluso muchas de sus ideas se incorporaron a la Constitución ginebrina. Mostró interés particular por la educación popular apoyando el acceso gratuito para todos los niños. Impulsó la creación de niveles secundarios e incluso llegó a inaugurar una academia de nivel superior de la que
Theodore Beza fue su primer rector, y que más tarde se transformaría en una universidad.

Promovió la creación de hospitales, orfanatos, refugios para pobres y enfermos, además de diversas obras públicas para mejorar las condiciones de vida del ciudadano de Ginebra, como alcantarillados y otras. Participó en el diseño de medidas de gobierno que favorecían el desarrollo de actividades industriales y promovió la difusión de la lengua francesa y la alfabetización masiva. A través de su influencia sobre los consistorios favoreció medidas moralizadoras.

En lo que respecta a su actividad religiosa, promovió con pasión y firmeza las ideas de la Reforma. Publicó gran cantidad de trabajos sobre Teología, compuso himnos e impulsó a otros laicos a hacer lo mismo. Entre otros himnólogos impulsados por Calvino se destacó Luis Bourgeois.

Sus problemas de salud

Juan Calvino nunca gozó de buena salud. Sufría de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica que le provocaba frecuentes recaídas con catarros severos y crisis de disnea.El célebre teólogo y comentarista bíblico Samuel Vila dijo al respecto: “En su caso, como en el de infinidad de fieles hijos de Dios, las cadenas y las llamas fueron sustituídos por enfermedades, disgustos, contrariedades y penalidades diversas; pero eran y son parte de la misma prueba de fe. La fe de Calvino era muy fuerte; por consiguiente quiso el Señor hacerle un ejemplo a millares que tendrían que honrar a Dios sufriendo pruebas y ser espectáculo aleccionador a los hombres y a los ángeles, de su entera confianza, amor y sumisión al Padre celestial.” En cuanto a algunos aspectos que tienen que ver con su carácter, la figura de Calvino ha sido objeto de infinidad de descalificativos que lo hacen ver como intolerante y despiadado.Sin embargo, estas apreciaciones que surgen de la opinión de sus enemigos y detractores, no son congruentes con la documentación existente. Además de las pruebas testimoniales, Calvino dejó cerca de cuatro mil cartas a través de las cuales es posible acceder a su pensamiento más íntimo. En ellas se ve a un hombre sensible y compasivo, comprometido con el necesitado, físico o espiritual, presto a la palabra de ánimo y la exhortación (Richard Stauffer “The Humannes of John Calvin”).

El caso Server

La mayoría de las alusiones bibliográficas sobre el caso, presentan a
Juan Calvino como el responsable de instigar e incluso ordenar la ejecución en la hoguera del médico español Miguel Servet, en 1553. Este hecho ha sido levantado por los detractores del Calvinismo como un símbolo de su intolerancia. Al respecto, el historiador Daniel Pisoni, realizó una profunda investigación que concluye en una versión de los hechos absolutamente diferente (ver Anotaciones sobre la hoguera de Champel ).Si bien Miguel Servet sostenía, desde el punto de vista de Calvino, una doctrina de herética y definitivamente anticristiana, no fue él quien ordenó la muerte de Servet, antes bien abogó por cierta clemencia.

Visión teológica

Su concepción teológica es absolutamente bibliocéntrica. Para Calvino, todo asunto, ya sea de naturaleza teológica o social, puede ser analizado y explicado a partir de las Escrituras. En Christianae Religious Institutio, la obra maestra de Calvino y que por lo menos revisó cinco veces entre 1536 y 1559, se propuso la articulación de la teología bíblica de una manera razonable, siguiendo los artículos del credo apostólico. Los cuatro libros de la edición definitiva (1559) se centran en los artículos "Padre", "Hijo", "Espíritu Santo", e "Iglesia".

Sobre el Padre

El conocimiento de Dios está relacionado con la conciencia de uno mismo. En el mundo y en la conciencia humana se manifiestan las demandas espirituales. Dios creó el mundo y lo hizo bueno. Pero desde la caída original la humanidad, por sus propios poderes sólo ha podido comprender a Dios de modo excepcional e imperfecto. Por sí solos, los seres humanos nunca pueden alcanzar una auténtica vida religiosa basada en el conocimiento de Dios. Sin embargo, por la gracia de Dios, transmitida por Jesucristo, como se dice en la Biblia, el Creador resolvió este destructivo dilema y permitió a la humanidad obtener una clara visión de la revelación. Estas personas que aprenden la verdad sobre la depravación humana —que incluso las mejores acciones están corrompidas y ninguna es pura— pueden arrepentirse y confiar su salvación en Dios Padre.

Sobre el Hijo

El pecado humano, heredado desde Adán y Eva, produce en cada persona una "fábrica de ídolos". Todos los individuos merecen destrucción, pero Jesucristo ejerció como profeta, sacerdote y rey para llamar a los elegidos a la vida eterna con Dios. Cristo convoca a los elegidos a una nueva vida, intercediendo por ellos en su expiación, y se halla a la diestra de Dios. Calvino hizo grandes esfuerzos para poner de manifiesto la continuidad de sus doctrinas con la ortodoxia cristiana como aparece expresada en los credos de Nicea y Caledonia.

Sobre el Espíritu

El Espíritu Santo de Dios, la tercera persona de la Trinidad, concede poder a los escritos y a la lectura de la Escritura, a la vida devocional de los creyentes, y al desarrollo cristiano en Cristo (santificación). También permite la confianza en que la resurrección de Dios de los muertos traerá a los salvados a la perfección a la presencia de Dios. Toda seguridad de elección a la gracia es dada por el Espíritu, e incluso la condenación de los réprobos según la justicia de Dios se rige por el poder del Espíritu.

Sobre la Iglesia

La Iglesia de Dios y los sacramentos son también otorgados por la gracia divina para edificación moral de los elegidos y el bien del mundo. La Iglesia, una a través del tiempo, puede ser conocida por la oración, por escuchar la Palabra de Dios y por la administración de los sacramentos. Aunque la verdadera Iglesia sea conocida sólo por Dios, la Iglesia visible está por completo relacionada con Él en la Tierra. Dignatarios y jefes de la Iglesia serían aquellos individuos que intentan con rigor mantenerse en la disciplina cristiana, aunque su autoridad no puede depender de su rectitud. Los cargos deben ser aquellos designados en el Nuevo Testamento.

Doctrina de la Predestinación.

Una de los aspectos fundamentales de su visión teológica fue su propuesta de la doctrina de la predestinación. Al igual que Lutero, Calvino sostenía que el hombre podía acceder a la Gracia a través de la Fe, pero que Dios ya había elegido a quienes habían de ser salvos desde ates de la fundación del mundo. Lutero y
Bucer habían debilitado la creencia en la predestinación fundándola en la presciencia divina: Dios conoce el porvenir y sabe lo que ocurrirá a cada individuo; en consecuencia presciencia y predestinación coinciden. Pero así parece que se establece un vínculo de causa a efecto entre presciencia y predestinación. Parece que Dios esté obligado a hacer lo que ha previsto; en consecuencia, no es exactamente Todopoderoso. Ello es intolerable para un amor ardiente y delicado. “Para Calvino, Dios es libre y lo que él prevé no se confunde con lo que desea de toda eternidad” (Roland Mousnier). La gracia es irresistible y el hombre no la puede repeler; se manifiesta en la vida del elegido por el gusto hacia la doctrina y las obras de fe. Calvino redujo los sacramentos a solo dos: el bautismo y la comunión (Santa Cena), la cual solo aceptó en un sentido conmemorativo, y suprimió todos los ritos del culto, el crucifijo, el altar y las jerarquías sacerdotales. Los lugares destinados al culto fueron desprovistos de adornos y todo tipo de imágenes. Instituyó un clero laico y democrático. Los líderes constituidos se denominaron ministros y pastores, ancianos y diáconos. Los primeros tenían incumbencia en asuntos estrictamente profesionales mientras que los segundo se encargaban de los asuntos materiales y costumbristas.

Legado

Su legado llega hasta nuestros días en forma directa a través de sus sermones, libros y cartas; e indirectamente a través de los miles de reformadores y cultores del cristianismo reformado que asimilaron sus ideas a lo largo de casi cinco siglos. Sus herederos espirituales directos han constituido la Iglesia Presbiteriana, pero no existe denominación protestante que no haya recibido la influencia del pensamiento y obra del gran reformador francés. Su legado ha trascendido lo religioso y su aporte, sumado al de otros padres de la Reforma, ha contribuido de manera decisiva a la idiosincrasia de gran parte de la civilización occidental, consolidándose en los países protestantes de Europa y luego extendiéndose hacia Estados Unidos, Australia y por todo lugar adonde haya prendido la semilla del Evangelio.
Juan Calvino, uno de los héroes de la Reforma y quizás el mayor exponente de la Teología protestante de la historia, entregó su alma al Señor el 27 de Mayo de 1564 en la ciudad de Ginebra, donde fue sepultado.




sábado, 13 de septiembre de 2008

Grandes Predicadores (Guillermo Carey)

Guillermo Carey

Guillermo Carey es considerado el Padre de las Misiones Modernas. Nació en Inglaterra en 1762, hijo de anglicanos y criado en la Iglesia. Desde muy joven comprobaba tener una inteligencia cuya sed de saber no parecía saciarse nunca. Especialmente le fascinaban los idiomas. Trabajando de zapatero desde los 16 años, siempre tenía algún libro de estudio al lado de los zapatos.



Un día un compañero le invitó a una reunión no anglicana. Tenía 18 años y el sermón que oía sobre Hebreos 13:13-14 hizo que entregara la vida a Cristo. Cuando después entendía que Dios le guiaba fuera de la Iglesia Anglicana obedeció, aunque le costaba. Seguían trece años de duros trabajos como zapatero, como maestro de niños, como predicador ferviente y, sobre todo, como incansable estudiante. Además se casó y tenía familia.



Cada vez le pesaba más la indecible necesidad de los paganos. Mirando atrás, entendemos que Guillermo estaba experimentando algo como ‘dolores-de-parto’. Pero al hablar de esta ‘carga’ con otros siervos de Dios, no era siempre comprendido o bien recibido. Una vez, en una reunión de pastores bautistas, cuando enfatizaba la necesidad de llevar el evangelio a los paganos, un pastor de más edad y experiencia quedó exasperado. Le espetó: “¡Joven, siéntese, siéntese! Usted es un entusiasta, pero cuando a Dios le complazca convertir a los paganos, Él sabrá hacerlo sin consultar ni a usted, ni a mí.” No obstante, el 2 de octubre de 1792, Carey y otros doce siervos de Dios, ‘dan a luz’ la Sociedad Misionera Bautista. Y ya, el siguiente año, después de grandes pruebas, el mismo Guillermo y joven familia, junto con un compañero, zarpan en un velero danés. Este necesitó cinco meses para llegar a Calcuta en la India.



Durante este viaje Guillermo Carey aprendió suficiente bien el bengalí como para entenderse con el pueblo. Poco después de desembarcar comenzó a predicar, y los oyentes venían a escucharlo en número siempre creciente. Carey percibió la necesidad imperiosa de que el pueblo tuviese una Biblia en su propia lengua y, sin demora, se entregó a la tarea de traducirla. La rapidez con que aprendió las lenguas de la India, es motivo de admiración para los mejores lingüistas. Nadie sabe cuántas veces nuestro héroe experimentó grandes desánimos en la India. Su esposa no tenía ningún interés en los esfuerzos de su marido y enloqueció. La mayor parte de los ingleses con quienes Carey tuvo contacto, lo creían loco; durante casi dos años no le llegó ninguna carta de Inglaterra. Muchas veces Carey y su familia carecieron de dinero y de alimentos. Para sustentar a su familia, el misionero se volvió labrador, y trabajó como obrero en una fábrica de añil.



Durante más de treinta años Carey fue profesor de lenguas orientales en el Colegio de Fort Williams. Fundó también el Colegio Serampore para enseñar a los obreros. Bajo su dirección el colegio prosperó, y desempeñó un gran papel en la evangelización del país Al llegar a la India, Carey continuó los estudios que había comenzado cuando era niño. No solamente fundó la sociedad de agricultura y Horticultura, sino que también creó uno de los mejores jardines botánicos; escribió y publicó el Hortus Bengalensis. El libro Flora Indica, otra de sus obras, fue considerada una obra maestra por muchos años.



No se debe pensar, sin embargo, que para Guillermo Carey la horticultura era sólo una distracción. Pasó también mucho tiempo enseñando en las escuelas de niños pobres. Pero, sobre todo, siempre ardía en su corazón el deseo de llevar adelante la obra de ganar almas. Cuando uno de sus hijos comenzó a predicar, Carey escribió: “Mi hijo, Félix, respondió al llamado de predicar el evangelio.” Años más tarde, cuando ese mismo hijo aceptó el cargo de embajador de la Gran Bretaña en Siam, el padre, desilusionado y angustiado, escribió a un amigo: “Félix se empequeñeció hasta volverse un embajador!. Durante los cuarenta y un años que Carey pasó en la India, no visitó Inglaterra. Hablaba con fluidez más de treinta lenguas de la India; dirigía la traducción de las Escrituras en todas esas lenguas y fue nombrado para realizar la ardua tarea de traductor oficial del gobierno. Escribió varias gramáticas hindúes y compiló importantes diccionarios de los idiomas bengalí, maratí y sánscrito. El diccionario bengalí consta de tres volúmenes e incluye todas las palabras de la lengua, con sus raíces y origen, y definidas en todos los sentidos.



Todo esto fue posible porque Carey siempre economizó el tiempo, según se deduce de lo que escribió su biógrafo: “Desempeñaba estas tareas hercúleas sin poner en riesgo su salud, porque se aplicaba metódica y rigurosamente a su programa de trabajos, año tras año. Se divertía pasando de una tarea a la otra. El decía que pierde más tiempo cuando se trabaja sin constancia e indolentemente, que con las interrupciones de las visitas. Observaba, por lo tanto, la norma de tomar, sin vacilar, la obra marcada y no dejar que absolutamente nada lo distrajese durante su período de trabajo.” Lo siguiente, escrito para pedirle disculpas a un amigo por la demora en responderle su carta, muestra cómo muchas de sus obras avanzaron juntas: “Me levanté hoy a las seis, leí un capítulo de la Biblia hebrea; pasé el resto del tiempo, hasta las siete, orando. Luego asistí al culto doméstico en bengalí con los sirvientes. Mientras me traían el té, leí un poco en persa con un munchi que me esperaba; leí también, antes de desayunar, una porción de las Escrituras en indostaní. Luego, después de desayunar, me senté con un pundite que me esperaba, para continuar la traducción del sánscrito al ramayuma. Trabajamos hasta las diez. Entonces fui al colegio para enseñar hasta casi las dos de la tarde. Al volver a casa, leí las pruebas de la traducción de Jeremías al bengalí, y acabé justo cuando ya era hora de comer. Después de la comida, me puse a traducir, ayudado por el pundite jefe del colegio, la mayor parte del capítulo ocho de Mateo al sánscrito. En esto estuve ocupado hasta las seis de la tarde. Después de las seis me senté con un pundite de Telinga, para traducir del sánscrito a la lengua de él. A las siete comencé a meditar sobre el mensaje de un sermón que prediqué luego en inglés a las siete y media. Cerca de cuarenta personas asistieron al culto, entre ellas un juez del Sudder Dewany Dawlut. Después del culto el juez contribuyó con 500 rupias para la construcción de un nuevo templo. Todos los que asistieron al culto se fueron a las nueve de la noche; me senté entonces para traducir el capítulo once de Ezequiel al bengalí. Acabé a las once, y ahora te estoy escribiendo esta carta. Después, clausuraré mis actividades de este día en oración. No hay día en que pueda disponer de más tiempo que esto, pero el programa varía.”



Al avanzar en edad, sus amigos insistían en que disminuyese sus esfuerzos, pero su aversión a la inactividad era tal, que continuaba trabajando, aun cuando la fuerza física no era suficiente para activar la necesaria energía mental. Por fin se vio obligado a permanecer en cama, donde siguió corrigiendo las pruebas de las traducciones. Finalmente, el 9 de Junio de 1834, a la edad de 73 años, Guillermo Carey durmió en Cristo. La humildad fue una de las características más destacadas de su vida, Se cuenta que, estando en el pináculo de su fama, oyó a cierto oficial inglés preguntar cínicamente: “¿El gran doctor Carey no era zapatero?” Carey al oír casualmente la pregunta respondió: “No, mi amigo, era apenas un remendón.”



Cuando Guillermo Carey llegó a la India, los ingleses le negaron el permiso para desembarcar. Al morir, sin embargo, el gobierno ordenó que se izasen las banderas a media asta, para honrar la memoria de un héroe que había hecho más por la India que todos los generales británicos. Se calcula que Carey tradujo la Biblia para la tercera parte de los habitantes del mundo. Así escribió uno de sus sucesores, el misionero Wenger: “No sé cómo Carey logró hacer ni siquiera una cuarta parte de sus traducciones. Hace como veinte años (En 1855) que algunos misioneros, al presentar el evangelio en Afganistán (país del Asia Central), encontraron que la única versión que ese pueblo entendía, era la Pushtoo hecha en Sarampore por Carey.”



La traducción de la Biblia destacaba en la obra de Carey, y cuando moría en 1834 a la edad de 73 años, la Biblia entera, o partes de ella, habían sido traducidas e impresas en nada menos que 44 idiomas y dialectos. Su ejemplo de vida y obra fue el instrumento en la mano de Dios para ‘desencadenar’ movimientos misioneros en Inglaterra y en varios otros países. En los siguientes dos siglos estos habían de llegar con el evangelio a incontables rincones del mundo. El cuerpo de Guillermo Carey descansa, pero su obra continúa siendo una bendición para una gran parte del mundo.


Grandes Predicadores (Watchman Nee)

Watchman Nee

¿Afecta a la gente de hoy la vida de los mártires cristianos? En China ha habido más de 23 mil personas arrestadas por causa de su Fe. Muchos de los que murieron como mártires lo hicieron por su inquebrantable fidelidad a Cristo. Watchman Nee, quien se convirtió en uno de ésos mártires, llevó una vida y ministerio que ocupó un lugar importantísimo en la historia de la cristiandad china, y no solo de ése país, sino de la cristiandad del mundo.


Watchman Nee nació el 4 de noviembre de 1903 en Fuchow, provincia de Kukien, China. Aunque él nació en el seno de una familia conocedora del Evangelio, lo rechazó durante casi todo el período de su vida adolescente. Tratando de decidir si creer o no creer en el Señor, comenzó a orar. Repentinamente la magnitud de sus pecados y la realidad de Jesucristo lo envolvió el 29 de Abril de 1920. Ese día, a la edad de 17 años, Nee aceptó a Cristo en la soledad de su cuarto de baño. Su nombre original, Shu-Tsu fue pronto cambiado por To-Sheng, pensando en el sonido de un atalaya alertando a otros sobre el peligro. Así es como su nombre derivó al más conocido Watchman (en español “atalaya” o “vigilante”)


Después de este giro en la vida, Watchman Nee construyó su vida alrededor de Dios. El se sumergió en el estudio y la lectura de libros cristianos (llegando a contar con una biblioteca de 3000 libros cristianos), en el análisis de la Biblia y tratados sobre ella, llegando a ser uno de los mayores conocedores en materia de Historia de la Iglesia.


Más adelante dejó la escuela secular para entrar en al Instituto bíblico de Dora Yu en Shangai. A causa de su gran apetito y frecuentes observaciones le solicitaron que abandonara el Instituto. Nee retornó a la escuela y terminó sus estudios graduándose en el Anglican Trinity College.
Watchman Nee tenía una carga y una comisión dobles que él satisfizo con éxito: Llevar un testimonio del señor Jesús y establecer iglesias locales. Comenzó esta tarea viajando con otros cristianos para compartir el Evangelio con personas que nunca habían oído hablar de Jesucristo.
Su profundidad, conocimiento y experiencia personal de la resurrección de Cristo llevó a que se publicaran muchos de sus mensajes y una gran cantidad de libros.


Centrándose en el establecimiento de Iglesias, comenzó pequeñas reuniones en casas familiares. Cuando el grupo llegó a ser bastante grande, fue necesario encontrar un lugar adecuado para poder realizar reuniones con mayor comodidad. Esas casa-iglesias comenzaron a conocerse como “la Pequeña Multitud” y comenzaron a extenderse a través de China.


Debido a su inquebrantable fidelidad a la comisión que Dios le había entregado, Nee debió soportar un severo sufrimiento durante los años de su ministerio. Nee creyó que debía llevar una vida absolutamente consagrada a la vocación para la que había sido llamado por Dios y rechazó todas las posibilidades de empleo que te fueron ofrecidas.


Los problemas de salud fueron una fuente de sufrimiento que debió soportar. La tuberculosis, su gastritis crónica, su angina de pecho (dolor cardíaco) eran algunos de los obstáculos más grandes que afectaron la salud de Nee. Aunque soportó mucho, la enfermedad no era la única fuente de aflicción para Nee. Su mayor preocupación concernía al creciente número de hermanos y hermanas que se reunían en las iglesias locales. Muchos de ellas causaban problemas debido a las varias cosas, la mayoría derivadas de la inmadurez e incompetencia.


Cuando Nee predicó sobre la necesidad de preservar la verdad de las Escrituras, protestó sobre aspectos denominacionales del ministerio. Esto eventualmente condujo a una ruptura temporal de las relaciones con la Iglesia en su ciudad natal.


Cuando a finales de los años ´40 los comunistas tomaron el poder, Nee se convirtió en un blanco obvio debido a su ministerio y creencia cristiana, situación que contradijo cada vez más al Partido Comunista.


En 1952, Nee fue arrestado, acusado por su fe y por su liderazgo de iglesias.Lo encarcelaron en 1956. Luego de más de 15 años de confinamiento en una celda, el “vigilante” Nee murió el 30 de mayo de 1972.


El ministerio y la trascendencia de Watchman Nee para el cristianismo chino es imponderable. Watchman Nee fue un misionero, un estudioso, un escritor, un pastor y finalmente un mártir. Sus libros están disponibles en muchos países y han sido traducidos a varios idiomas. Se utilizan con frecuencia para los estudios de la Biblia. Las iglesias-casa como "la pequeña multitud” no han cesado de crecer.Aunque Watchman Nee no está más aquí, es claramente evidente que todavía vive la herencia de Nee, el vigilante.



Grandes Predicadores (David Livingstone)

David Livingstone


David Livingstone (1813-1873)


África ha sido y es un paraíso para las misiones de evangelización religiosa. Misioneros cristianos de todo tipo han sucumbido a la llamada de un continente que plantea retos casi imposibles y esconde secretos como el de nuestro propio origen. El misionero más famoso fue quizás más reconocido como explorador. Livingstone es un nombre que se encuentra una y otra vez dando nombre a ciudades, pueblos y calles en las rutas que siguió este hombre tozudo de fe inquebrantable.


Médico y misionero escocés, considerado como uno de los más importantes exploradores de África. Nació el 19 de marzo de 1813, en Blantyre, Escocia. En 1823 empezó a trabajar en una fábrica textil. Más tarde, mientras estudiaba medicina en Glasgow, asistió también a clases de teología. En 1838, ofreció sus servicios a la Sociedad Misionera de Londres, y cuando terminó sus estudios de medicina en 1840, se ordenó y partió para su primer servicio como misionero médico a África del Sur. En 1841 llegó a Kuruman, una colonia en Bechuanalandia (en la actual Botsuana) que había sido fundada por el misionero escocés Robert Moffat.


Livingstone empezó a trabajar con la población de Bechuanalandia, y desde allí pretendía continuar avanzando hacia el norte, a pesar de la declarada hostilidad que ejercían los bóers, colonos de raza blanca, principalmente de ascendencia holandesa. Contrajo matrimonio con Mary Moffat, hija de Robert Moffat, en 1845, y empezaron a trabajar juntos, adentrándose en regiones donde ningún europeo había llegado antes que ellos. En 1849 cruzó el desierto de Kalahari y descubrió el lago Ngami. En 1851, en compañía de su mujer y sus hijos, descubrió el río Zambeze.


En otra de sus expediciones (1852-1856), cuando buscaba una ruta para cruzar desde la costa este hasta la oeste, viajó hacia el norte desde Ciudad de El Cabo hasta el río Zambeze, y después hacia el oeste hasta Luanda, en la costa atlántica. Cuando hacía el viaje de vuelta al Zambeze, Livingstone siguió su cauce hasta la desembocadura en el océano Índico, lo que le permitió descubrir las cataratas Victoria (1855).


Las exploraciones de Livingstone sirvieron para hacer una revisión de los mapas existentes en aquel tiempo. Cuando regresó al Reino Unido en 1856 fue recibido como un gran explorador, y además, gracias a su libro Misiones e investigaciones en el sur de África (1857) se hizo famoso. En 1858 abandonó la compañía misionera y el gobierno británico le nombró cónsul en Quelimane (actual Mozambique), en la costa este de África, y jefe de una expedición de exploración por la región central y oriental de África. Cuando volvió al continente africano en 1858, se dirigió con la expedición a la cabecera del río Shire, un tributario del Zambeze, y descubrió el lago Nyasa (denominado en la actualidad lago Malawi). En 1859 exploró el río Rovuma y descubrió el lago Chilwa. Cuando exploraba las tierras que rodean el lago Nyasa, Livingstone empezó a tomar conciencia de las terribles consecuencias que estaban padeciendo los indígenas africanos por el tráfico de esclavos al que eran sometidos por parte de árabes y portugueses.


En 1865, durante una de sus visitas a Inglaterra, escribió Relato de una expedición al Zambeze y sus afluentes, que era una condena del comercio de esclavos y un estudio de las posibilidades comerciales de la región (que actualmente ocupa la mayor parte de Malawi y Mozambique). En 1866, gracias principalmente a la financiación desinteresada de amigos y admiradores, Livingstone dirigió una expedición que pretendía descubrir las fuentes del río Nilo y explorar la línea divisoria de las aguas de África central. Después, siguió el cauce del río Rovuma, descubrió los lagos Moero y Bangweulu, y llegó al lago Tanganica en 1869.


Durante el tiempo que duró la expedición se tuvieron muy pocas noticias de Livingstone, lo que provocó una situación de preocupación internacional por la suerte que hubiera podido correr el explorador. Mientras tanto, en 1870, Livingstone emprendía viaje desde Ujiji, en el lago Tanganica, hacia las tierras situadas al oeste del lago, y se convirtió en el primer europeo que llegó al río Lualaba, en la actual República Democrática del Congo. Después de haber sufrido grandes penalidades, regresó a Ujiji, donde se encontró con una partida de rescate que dirigía Henry Morton Stanley, un periodista angloamericano, de quien se cuenta la anécdota que saludó al explorador con el famoso comentario: “el doctor Livingstone, supongo”.


Después, los dos exploraron juntos las tierras del norte del lago Tanganica. Livingstone, esta vez en solitario, continuó su búsqueda del nacimiento del Nilo. Falleció en Chitambo (en lo que actualmente es Zambia), seguramente el 30 de abril de 1873, y su cuerpo fue encontrado el día 1 de mayo. Sus sirvientes enterraron su corazón bajo el árbol en que había fallecido y trasladaron su cuerpo a Zanzíbar, en la costa este africana. En abril de 1874, sus restos fueron definitivamente enterrados en la abadía de Westminster. Livingstone es considerado en la actualidad uno de los más importantes exploradores de África y uno de los pioneros en lucha contra la abolición del comercio de esclavos.